,

Crisis existencial

Los padres de Tomas insistían en recuperar al estúpido de su hijo para la causa aristotélica. Aquella situación era muy frustrante para ellos, que siempre habían caminado por los senderos del empirismo en familia, pero, desde el accidente, Tomás había virado hacia el racionalismo más radical. Parecía no querer practicar la observación ni asimilar aquella nueva realidad, así que ahora sus padres se pasaban el día discutiendo con él; «Es solo una fase rebelde», razonaban para tratar de calmarse cuando lo veían flotar por los pasillos gritando «¡Cogito ergo sum, cogito ergo sum!». Su madre le hubiese dado un buen bofetón de no ser ella tan ponderada y ambos tan etéreos.

 

(Relato finalista en la semana 19 del concurso Relatos en cadena, edición XII).

 

 

Respuesta a “Crisis existencial”

  1. Margarita del Brezo

    ¡Buenísimo!

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario